domingo, 8 de mayo de 2011

18. Ejerciendo de abuelos








A José Manuel, le siguieron su hermano Carlos y luego llegaron Manolín, Pepín, Ali, Mary Luz, Rafelito y Nini.

Aquí hay una foto con ellos ejerciendo de abuelos con sus ya 8 nietos, en La Morena, casa de Edelmira y Luis
















Aquí están Manolín ( Nolo), Ali y Pepe Luis en 1945.

Los nietos ya son 12. Llegaron otra Mari Luz,
Pepe Luis, Sofi , y Luisito .


Nuestra mayor alegría era ir los domingos y las Nochebuenas a Victoria a casa de los abuelitos. Es incríble que nos pudieran soportar. Las travesuras que no hacíamos en nuestras casas, las hacíamos con los primos ahí. Famosas se hicieron las que hicimos Mary Luz y yo, como quedarnos encerradas en el baño y tuvieron que pasar a Manolín por la ventana de la cocina a la del cuarto de baño ( hacían ángulo en el patio) y que él corriera el cerrojo. Nos comimos un día las cerezas y adornos de un pastel que había encima del armario de Nina y cuando lo sacaron para celebrar el cumpleaños de alguno, el pastel estaba bonito… Otro día hicimos una batalla de huevos encima de la cama de Muca.


La abuelita tenía gallinas en la azotea para tener huevos frescos. Nos encantaba subir con ella a darles de comer. Ahí había también unas habitaciones que habían sido de los chicos cuando eran solteros y fundamos el club ROCA que venía por Rodríguez y Casanueva y Mary Luz y Luisito se quejaban de que no poníamos el Mier de ellos en el nombre del club.






Aquí estamos Carlitos y yo en la azotea.









José Manuel se fue a Tampa a estudiar y nos quedamos sin el cabeza del grupo, pero seguimos inventando cosas en el Club Roca, con su contraseña "El pajarito azul"

El abuelito estuvo un tiempo en la cama y un día entró Pepe Luis y lo vió en paños menores y como usaba ropa interior de mangas y pantalón largo salió diciendo que el abuelito se estaba vistiendo de soldado con gran algarabía de todos incluso de él…

A los hijos de Alberto los veíamos menos. Ya se sabe que las mujeres tiramos más a casa de nuestros padres que de nuestros suegros. No era el caso de Antonieta, que no solía faltar los domingos con Pepe sus hijos y así llegó a ser una de nuestras tías, que nunca la consideramos tía política, era como si fuera una tía Casanueva más.














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